Repercusión

Una vez alcanzado tal nivel en los balones de fútbol, los cambios vienen de adaptar los nuevos balones al juego en sí o a los jugadores, por ejemplo, haciendo balones prácticamente lisos y sin pentágonos, lo que permite mayor control por parte de los jugadores, esto llega a tal punto que en el mundial de Sudáfrica en 2010, se crea el balón Jabulani.
Dicho balón no cumplió las expectativas, a continuación explicaremos porqué.
El Jabulani tiene una circunferencia de 69 centímetros, no permite la absorción del agua, tiene un peso de 440 gramos y una pérdida de presión de 10%. Está construido con ocho capas selladas térmicamente y tres paneles dimensionales. Está moldeado esféricamente de etileno acetato de vinilo (o goma EVA) y poliuretano termoplástico (TPU).
El diseño sin apenas costuras hace que se reduzca la resistencia al aire, por lo que el balón es más veloz e inestable que otros modelos anteriores, esto dependiendo del punto de vista puede ser algo bueno o algo malo, ya que genera espectacularidad e imprevisibilidad, pero se pierde control. Mayormente se dio por hecho que el balón fue un fracaso, ya que el fútbol moderno se enfoca más en el control y la táctica, por tanto todo lo que quite control sobre el juego o el balón, no será bien recibido por la comunidad futbolística aunque esto aportase vistosidad de cara al espectador.


